En España, la instalación de desfibriladores en espacios no sanitarios ha ganado relevancia en los últimos años debido al creciente interés por prevenir muertes súbitas en espacios públicos. La regulación sobre la obligatoriedad y condiciones de instalación de estos dispositivos es competencia de las comunidades autónomas, lo que significa que cada una de ellas puede establecer sus propios requisitos, aunque la tendencia general es promover su presencia en lugares de gran afluencia de personas.
Desfibriladores en espacios no sanitarios: ¿Dónde deben instalarse?
La normativa que regula la instalación de desfibriladores externos semiautomáticos varía entre las comunidades autónomas, pero en términos generales, se exige o se recomienda su instalación en lugares donde haya una gran concentración de personas o en aquellos en los que es más probable que se produzcan emergencias médicas. Los espacios en los que habitualmente se requiere la presencia de desfibriladores incluyen:
- Instalaciones deportivas: Tanto públicas como privadas, sobre todo aquellas donde se practican deportes de alta intensidad o en las que se registren grandes afluencias de personas.
- Centros comerciales: Los grandes centros comerciales suelen estar obligados a contar con desfibriladores debido al gran volumen de visitantes diarios.
- Aeropuertos y estaciones de tren y autobús: Estos puntos de tránsito con alta densidad de pasajeros son ubicaciones clave donde la rápida intervención en casos de emergencia es esencial.
- Centros educativos: Algunos centros escolares, especialmente aquellos con grandes instalaciones deportivas, están obligados a tener estos dispositivos, aunque esto depende de la normativa de cada comunidad.
- Establecimientos hoteleros: Grandes hoteles y complejos turísticos pueden estar obligados a disponer de desfibriladores, especialmente si cuentan con instalaciones deportivas o zonas con alta concentración de personas.
- Teatros, cines y auditorios: Estos recintos cerrados que congregan a muchas personas en un mismo espacio también están dentro de la normativa en muchas regiones.
- Edificios de oficinas y empresas con gran plantilla: Dependiendo de la comunidad, puede ser obligatorio en empresas o instituciones con un número elevado de empleados o visitantes.
Ejemplos de normativa por comunidades autónomas
Cada comunidad autónoma en España tiene la potestad de regular la obligatoriedad de instalación de desfibriladores, estableciendo sus propios criterios en función de factores como la capacidad de los locales, el flujo de personas o el tipo de actividad que se realice. A continuación, algunos ejemplos de normativas en distintas regiones:
- Madrid: La Comunidad de Madrid tiene una normativa pionera, que obliga a la instalación de desfibriladores en centros comerciales, aeropuertos, estaciones de transporte, instalaciones deportivas, y eventos o establecimientos donde se puedan reunir más de 2.000 personas.
- Andalucía: En esta comunidad, la normativa establece que los desfibriladores deben estar presentes en lugares con un aforo superior a 5.000 personas, como centros comerciales, grandes superficies, y también en instalaciones deportivas con más de 500 usuarios diarios.
- Cataluña: En Cataluña, los desfibriladores son obligatorios en espacios como gimnasios, aeropuertos y estaciones de tren o metro, así como en eventos que concentren a más de 1.000 personas.
Programa «Acude y Ayuda» en Galicia
En Galicia, además de la normativa autonómica que obliga a la instalación de desfibriladores en determinados espacios, se ha implementado un programa innovador llamado «Acude y Ayuda», cuyo objetivo es crear una red de ciudadanos formados en soporte vital básico que puedan intervenir rápidamente en situaciones de emergencia.
Este programa consiste en el registro voluntario de personas que han recibido formación en maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y en el uso de desfibriladores. Estas personas pueden ser alertadas si se encuentran cerca de un incidente que requiera su intervención.
El sistema está diseñado para reducir el tiempo de respuesta en una emergencia, algo crítico en casos de paro cardíaco, ya que los primeros minutos son vitales para la supervivencia de la víctima.
El funcionamiento de «Acude y Ayuda» es sencillo: cuando se produce una emergencia en un lugar público, los servicios de emergencias envían una notificación a los voluntarios registrados que estén en las proximidades del incidente. Estos voluntarios pueden acudir rápidamente y, si es necesario, comenzar las maniobras de reanimación antes de la llegada de los servicios profesionales.
Este programa no solo fomenta una cultura de solidaridad y cooperación, sino que también maximiza las posibilidades de supervivencia en situaciones críticas.
La importancia de la formación y concienciación
Uno de los grandes retos para que la instalación de desfibriladores en espacios no sanitarios sea realmente efectiva es la formación de la población.
Los desfibriladores están diseñados para ser fáciles de usar, pero la formación en soporte vital básico mejora significativamente las posibilidades de actuar correctamente ante una emergencia.
Programas como «Acude y Ayuda» en Galicia son un excelente ejemplo de cómo la combinación de tecnología, formación y concienciación ciudadana puede salvar vidas. De manera similar, otras comunidades autónomas están impulsando la formación de personal en espacios públicos donde los desfibriladores son obligatorios, lo que permite una rápida intervención en caso de paro cardíaco.